Enciclopedia de la Literatura en México

Cayetano [Javier de] Cabrera [y] Quintero

Nació en la ciudad de México. Se desempeñó como presbítero secular del arzobispado, “tan pío como laborioso, y tan erudito en las ciencias sagradas como en las letras profanas”.[1] Fue colegial del seminario tridentino, y capellán maestro de pajes del virrey y arzobispo, Juan Antonio Vizarrón y Eguiarreta. Murió hacia 1774. Obras publicadas:

Himeneo celebrado. Festivos aplausos, con que la imperial ciudad de México celebró los desposorios del Príncipe de Asturias, Luis Fernando, con la serenísima Princesa de Orleans (México, s.e., 1723).

Sapientiae sidus, minervalis Hesperi ascensus (México, Hogal, 1725): se trata de un elogio poético en latín al doctor Eguiara, cuando tomó posesión de la cátedra de vísperas de teología de la Universidad de México.

Descripción del templo y convento de Corpus Christi, que para Indias religiosas Capuchinas fundó el Exmo. marqués de Valero, virrey de la Nueva España (México, Hogal, 1724).

Águila mística exaltada en los ápices del Carmelo (México, s.e., 1730): descripción de un Arco triunfal, que le encargaron los padres dominicos para las fiestas del colegio de Portacoeli a la canonización de san Juan de la Cruz.

Viva copia del sagrado y magnánimo macabeo Juan Hircano (México, s.e., 1732): descripción del Arco triunfal que ordenó el cabildo metropolitano a la entrada del arzobispo Juan Antonio Vizarrón y Eguiarreta.

Índice poético de la vida del seráfico padre san Francisco de Asís (México, s.e.,1732): “es una recopilación en verso castellano de la Vida que escribió el illustríssimo Cornejo; y en la que nuestro autor se propuso imitar a don Antonio Hurtado de Mendoza en su Vida de la Virgen” (Beristáin).

Hebdomadario trino o ejercicios devotos en honor a la Beatísima Trinidad (México, s.e, 1734).

El patronato disputado o Disertación apologética del voto y juramento del Patronato de Nuestra Señora de Guadalupe (México, Ribera, 1741).

Escudo de armas de México, dedicado al rey Fernando vi (México, Hogal, 1746): “es una historia de la terrible epidemia llamada matlazahual que se padeció en esta capital y en todo el reyno en los años de 36 y 37, y de las providencias y recursos espirituales y temporales, que se tomaron para extinguirla, entre los quales fue uno el jurar por patrona universal a la santísima virgen en su famosa imagen de Guadalupe” (Beristáin).

Julio Maximino Vero: Arco triunfal erigido por la Ciudad de México a la entrada del virrey conde de Fuenclara (México, s.e., 1743).

El nuevo Ulises: Arco triunfal erigido al mismo virrey en su solemne entrada, por la metropolitana iglesia de México (México, s.e., 1743).

Justa gratulatoria al singular esmero con que celebró México el segundo siglo de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe (México, s.e., 1746).

Manuscritos:

Poesías varias sobre la renuncia que hizo de la corona el señor Felipe v (“de ellas se imprimieron algunas en el libro intitulado Letras laureadas” (Beristáin).

Llanto de Apolo en la muerte de Jacinto. Aparato fúnebre con que el tribunal de la Inquisición de la Nueva España celebró las exequias del Señor Luis i (1725).

Arcos triunfales que la iglesia catedral de la ciudad de México erigió en la entrada del virrey duque de la Conquista (1740).

La esperanza malograda (comedia).

El iris de Salamanca (comedia).

Trescientos epigramas latinos de célebres autores, traducidos en verso castellano.

Poesías sagradas latinas y castellanas.

Vida de santa Rosa de Lima en verso latino.

Himnos y odas sagradas.

Hymni omnis summa et mesurae ad imitationem Prudentii, Christiani Poetae.

Liber variorum Epigramatum e Graeco in Latinum translatorum.

Varias sátiras y epístolas de Horacio en español.

Poema de santa Cristina, la admirable. 

Seis sátiras de Juvenal en tercetos castellanos. 

Inscripciones varias públicas y las que se pusieron en la pira que los padres dominicos de México erigieron en las honras de la reina María Amalia de Sajonia.

El corazón de España: exequias de Felipe v.

Artes de las lenguas hebrea, griega y mexicana.

Algunos tomos más de sermones, disertaciones y oraciones académicas. Dice Beristáin: “la mayor parte de estos manuscritos estaba en tiempo del ilustrísimo Eguiara en la librería de los padres del Oratorio de México. Hoy apenas existe la mitad, que he visto” (loc. cit.).

Alfonso Reyes
1946 / 04 oct 2017 09:14

El presbítero Cayetano de Cabrera y Quintero fue traductor de Juvenal y nuestro primer traductor de Horacio, poeta latino y castellano y prosista desafortunado en su pesadísimo libro histórico Escudos de armas de la ciudad de México. En el Himeneo celebrado, a los desposorios del príncipe Luis Fernando y princesa Luisa de Orleáns, junto a seis cantos en español de estilo gongorino, hay dos latinos con inspiración de Claudiano. Escribió, además, otro poema latino en honor de Juan José de Eguiara y Eguren; 200 epigramas, traducidos la mayoría en décimas castellanas, varias series de himnos y odas sacras, algunas loas y una copiosa cosecha de poesías sueltas. Todavía se asegura que compuso, además El iris de Salamanca, una comedia en náhuatl, La esperanza malograda. Si no poeta de gran aliento, fue artista elegante. En él se atemperan ya, aunque no en los títulos, las puerilidades de otros días, como lo muestra en su “Predicación de san Francisco a las aves”. El tema —no la forma por cierto— parece trasladarnos a aquellos candorosos albores del teatro misionario.

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