A partir del tan mexicano culto a la muerte y a la forma, y de las lecturas “palimsestuosas” recomendadas por Gerard Genette, Juan Pellicer lleva a cabo una lectura conjunta de cinco textos capitales de las letras mexicanas del siglo XX pertenecientes a cinco diferentes géneros. Muerte sin fin, El gesticulador, El laberinto de la soledad, Pedro Páramo y La noche de Tlatelolco.
A la luz de la reflexión que entraña Muerte sin fin, Pellicer comenta la fortuna de las relaciones recíprocas del contenido con la forma y con su expresión, en cada uno de los textos mencionados. A la vez, presenta una lectura que, agrupando textos, intenta mostrar el significante valor de la compañía intertextual. De ese modo se revela el aire de familia que una a las cinco obras. Se trata de una lectura individual y conjunta que sugiere la imagen de un retablo o de un mural, expresiones ya naturalizadas mexicanas, en las que el tiempo parece convertirse en espacio.
Esta lectura contribuye a perfilar la imagen de México a través de las formar/ más caras que lo ocultan y revelan a lo largo de su historia y de su desarrollo político. Finalmente, es esta una lectura de la muerte, el común denominador de los cinco textos.