"En ocasiones la cultura literaria pierde de vista un dato simple: fisiológicamente, no es la retórica de la visceralidad sino el registro de los procesos mentales lo que más se parece a nuestras tripas. Ruido, la deslumbrante ópera prima de Alejandro Albarrán, es un buen ejemplo de lo lúdica, desnuda y emocionante que puede ser esta clase de poesía cognitiva y naturalmente desconfiada. Un arte que huye del facilismo, no de la tradición. Poemas que rezuman notas tan disímiles como Breton, Neruda, Pound, Cummings o José-Miguel Ullán, pero a la vez asumen de manera única rasgos transmodernos esenciales, como la sintaxis hiperestésica de los medios electrónicos, el reality-poetry (con su simpleza de vocabulario sólo aparente, más bien turbia), la intervención y el ready made; vehículos verbales heredados del arte conceptual. Albarrán es un trendy clandestino, un autor escasamente conocido en cuya escritura se agolpan muchas de las preguntas, retos y ritos de la poesía contemporánea en lengua española. Ruido es un libro ejecutado con desequilibrante mezcla de precisión y libertad: una hermosa máquina de lidia." Julián Herbert