Enciclopedia de la Literatura en México

Edmundo Báez

Edmundo Báez Félix fue poeta, dramaturgo, cuentista y guionista. Sus primeros poemas fueron publicados en las revistas Rueca, Taller poético, Letras de México y El hijo pródigo, pero su producción fue mayoritariamente de guiones cinematográficos. En 1945 estudió en Hollywood técnicas de adaptación cinematográfica y a su regreso a México escribió argumentos para distintas empresas productoras de cine, por ejemplo, los de La diosa arrodillada (Dir. Roberto Gavaldón, 1947) y de Necesito dinero (Dir. Miguel Zacarías, 1951). Le fueron otorgados algunos premios nacionales e internacionales por su labor como guionista: la Diosa de Plata del grupo de Periodistas Cinematográficos de México por la Mejor Adaptación Cinematográfica en 1953 por Mi esposa y la otra (1951); recibió el Ariel junto con Roberto Gavaldón por El niño y la niebla (Dir. Roberto Gavaldón, 1953); y el trofeo Don Quijote en España por Doña Diabla (Dir. Tito Davison, 1949). Para la televisión adaptó Los miserables, Los bandidos de Río Frío, entre otras obras literarias. Algunas de sus obras dramáticas fueron representadas, tal como Los ausentes, escrita en 1940 y estrenada en el Salón Verde del Palacio de Bellas Artes en 1942.

Entre 1929 y 1932 estudió en Aguascalientes, más tarde en San Luis Potosí, donde se inició en la poesía. Terminó su bachillerato en Monterrey, Nuevo León. En la ciudad de México cursó hasta el quinto año de la carrera de Medicina. Participó con el doctor Alfonso Millán en la fundación del Sanatorio Floresta para enfermos mentales. En 1940 abandonó sus estudios para dedicarse por completo a la Literatura. En 1945 obtuvo una beca en Hollywood, California, para especializarse en la técnica del guión cinematográfico.

Edmundo Félix Báez, poeta, guionista y dramaturgo, publicó poemas en las revistas Rueca, Taller Poético, Letras de México y El Hijo Pródigo. En 1949 los reunió en Razón del sueño. Entre los cien argumentos cinematográficos escritos para distintas empresas productoras de películas nacionales se encuentran textos originales y adaptaciones. Como dramaturgo sobresalen: El rencor de la tierra caracterizada por un enlace de formas cultas y emoción fincada en la provincia típicamente mexicana, Un alfiler en los ojos, considerada su mejor obra dramática, las pasiones tiránicas desempeñan una función importante, y ¡Un macho! muestra interferencias de formas de argumentos para cine.

Instituciones, distinciones o publicaciones


Rueca
Colaborador

Taller Poético
Colaborador

Letras de México. Gaceta literaria y artística
Colaborador

El Hijo Pródigo. Revista Literaria
Colaborador

Sociedad General de Escritores de México (SOGEM)
Fundador