El autor de esta obra da fe de que reconoce que lo esencial del arte contemporáneo, según la opinión de Mairaux y otros especialistas en esta materia, es liberar al sujeto receptor del concepto de que la novela no es tanto una especie de reproducción de la realidad, sino más bien, su más poderosa rival.
De acuerdo a esta premisa, el autor de Nickel-Odeon extrae de sí mismo (como gusano de seda), la madeja de su propio mundo, plasmándolo a través de la creación de personajes-narradores bien definidos, frecuentes incursiones en la psiquis de éstos, y diálogos ágiles, sin desbarrar en 'la mera copia de una realidad dada, y la acción interna y externa de su obra es sólo un pretexto para plasmar su mundo ideológico.
En suma, consideramos que el creador de esta novela, es un novelista dueño de una tesitura anímica bien definida y de un estilo que no se afinca en la narraci6n de una serie de anécdotas, sino que busca algo más sutil: la sugestión de su circunstancia por medio de un particularísimo enfoque de la realidad escogida con esmero para la ubicación temporal de su obra".
lsis Tejeira, Gloria Guardia y Aristides Martínez Ortega.
