2000 / 29 oct 2018 11:05
Las primeras influencias del romanticismo mexicano fueron: la francesa, con Alphonse de Lamartine, René de Chateaubriand, André Chénier; la inglesa, con Lord Byron y Edward Young; y, posteriormente, la española, con José Espronceda, el duque de Rivas y Antonio García Gutiérrez.
Se sitúa al romanticismo mexicano en la década de los treinta. En México, esta corriente literaria es una respuesta a un sentimiento social que surgió desde la etapa de la Independencia y no como una reacción al clasicismo. Tuvo como sede inicial la Academia de Letrán.
Los primeros románticos fueron Fernando Calderón (1809-1845), Ignacio Rodríguez Galván (1818-1842), Guillermo Prieto (1818-1897), Juan Valle (1838-1864?), Isabel Prieto de Landázuri (1833-1876). De segunda línea fueron: Marcos Arróniz (m. en 1858), Juan Díaz Covarrubias (1837-1859), Pantaleón Tovar (1828-1876), José María Esteva (1818-1904).
Como características del romanticismo tenemos el rechazo a la preceptiva literaria y a la evocación de la antigüedad clásica. En México, el romanticismo prosperó por el ambiente que prevalecía debido a la inestabilidad política, que va de la consumación de la Independencia al fin del Segundo Imperio de 1867.
Este estilo romántico se aprecia en la novela de Manuel Orozco y Berra, Juan Díaz Covarrubias y Florencio M. del Castillo; en la poesía llega a su mejor expresión con Manuel Acuña, y en las novelas, con Ignacio M. Altamirano.
La lucha que liberales y conservadores mantuvieron en política, no la tuvieron en el campo literario, destacándose solamente parte de estas diferencias en las discusiones tenidas entre clásicos y románticos en sesiones del Liceo Hidalgo.
Pueden reconocerse como clásicos: José Joaquín Pesado (1801-1860), conservador; Manuel Carpio (1791-1860), conservador; Alejandro Arango y Escandón (1821-1883), conservador; Ignacio Ramírez (1818-1879), liberal; José María Roa Bárcena (1822-1889), conservador; José Sebastián Segura (1827-1908), conservador; Miguel Jerónimo Martínez (1817-1870), conservador; Ramón Isaac Alcaraz (1823-1886), conservador; Francisco de Paula Guzmán (1867-1884), conservador. Y románticos: Fernando Calderón (1809-1845), liberal; Ignacio Rodríguez Galván (1816-1842), conservador; Guillermo Prieto (1818-1897), liberal; Juan Valle (1838-1864?), liberal; Isabel Prieto de Landázuri (1833-1876), conservadora; Fernando Orozco y Berra (1822-1851); Florencio M. del Castillo (1828-1863); Luis G. Inclán (1816-1875); Justo Sierra, Sr. (1814-1861); Eligio Ancona (1836-1893); José María Ramírez (1834-1892).
En la prosa hubo figuras literarias como Carlos María Bustamante (1774-1848), liberal; Lucas Alamán (1792-1853), conservador; Lorenzo de Zavala (1788-1836), liberal; José María Luis Mora (1794-1850), liberal; Luis G. Cuevas (1800-1867), conservador; José María Tornel y Mendívil (1787-1853), liberal; Francisco Zarco (1829-1869), liberal; José Fernando Ramírez (1804-1871), conservador. En la erudición se distinguieron José Justo Gómez de la Cortina (1799-1860), conservador; José Bernardo Couto (1803-1862), liberal; Vicente Riva Palacio (1832-1896), liberal; Ponciano Arriaga (1811-1865), liberal; Ignacio L. Vallarta (1830-1893), liberal; Clemente de Jesús Munguía (1810-1868), conservador; Ignacio Aguilar y Marocho (1813-1884), conservador; Anselmo de la Portilla (1816-1879), conservador.
Díaz Covarrubias, Juan Orozco y Berra, Manuel Prieto de Landázuri, Isabel Rodríguez Galván, Ignacio Valle, Juan