Se graduó en la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico Nacional (ipn) (1957). Ha desempeñado varios cargos en la industria y en la administración pública mexicana: auditor general de Afianzadora Mexicana (1961-1963) y del Instituto Nacional del Fondo para la Vivienda (1973-1980); subdirector de empresas pesqueras del Grupo Somex (1963-1967) y del Banco Nacional de Fomento Coperativo (1968); interventor de la Fábrica Nacional de Automóviles de Monterrey (1969-1972), director de Fomento Regional (1980-1983), de Administración de Finanzas (1983-1985) y del Banco Nacional de Pesca. Ejerció la docencia en el Instituto Cultural de Monterrey (1957-1958) y en la Escuela Superior de Economía del ipn (1959-1966). Ha publicado en varios diarios y revistas de la Ciudad de México y de los estados de Nuevo León, Sonora, Sinaloa y Baja California; fundó y dirigió la revista Albatros, de la Universidad Autónoma de Sinaloa (uas), en 1971 y codirigió la revista La Salamandra, de Monterrey; ha escrito sobre la economía pesquera mexicana en el periódico El Día y las revistas Gaceta Cooperativa y Técnica Pesquera. Ha colaborado además en los suplementos “Revista Mexicana de Cultura”, “La Cultura en México” y “El Gallo Ilustrado”, así como también en las revistas Comunidad y Tabloide Xilote, en el semanario El Fígaro y en el periódico Excelsior. Fue premiado en el concurso de cuento de la revista Hoy, en 1963 y obtuvo el primer lugar en el Premio de Cuento “Puerto Vallarta”, en 1984. La biblioteca municipal de Escuinapa y una cooperativa pesquera en Villa Cuauhtémoc, Veracruz, llevan su nombre. Es miembro de la Academia de la Cultura Sinaloense, de la Asociación de Escritores Sinaloenses y de la Asociación de Escritores de México.

Dámaso Murúa-Beltrán Contreras ha publicado varios libros de narrativa. La mayoría de sus obras se desarrollan en el ambiente pesquero de su estado natal: Doce relatos escuinapenses refiere anécdotas y sucesos ocurridos en esa ciudad; El Güilo Mentiras presenta historias narradas por un pescador fabulista del sur de Sinaloa; El mineral de los cauques es la crónica de los trabajadores de los recursos minerales de “El Rosario”; Colachi refleja la vida, en los años cuarenta, de las calles de Sinaloa, y Las redes rotas versa sobre la producción, las cooperativas y la corrupción pesqueras. También se ha ocupado de historias sobre deportistas –en libros misceláneos que reúnen relatos, crónicas retratos y ensayos–, como en Palabras sudadas; en Vacum Totoliboque, leyenda de un indio yaqui y un beisbolista de los “Cardenales de San Luis”; en Tiempo regiomontano, el cual relata historias de atletas de Sinaloa y Monterrey y muestra la ciudad industrial y en Amor en el Yanqui Stadium, donde desfilan amores entre negros y mulatos en ese escenario. Asimismo el espectáculo de la canción popular en la fiesta anual de Escuinapa se recrea en Las playas de las cabras y el ambiente tropical en En Brasil crece un almendro; por otra parte, ha escrito textos biográficos como La muerte de Marcos Cachano, que incluye además una breve obra de teatro, y crónicas sobre escritores mexicanos en Para mis amigos. En toda su obra predomina el humor y la ironía, así como el habla de personajes populares, optimistas e ingeniosos, en forma de diálogo o monólogo.