Estudió la licenciatura en Humanidades Clásicas y Filosofía en el Instituto Libre de Literatura, en Puente Grande, Jalisco. Obtuvo el título de licenciado en Arte Dramático en la Facultad de Filosofía y Letras (ffl) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Ha impartido clases de Actuación en la Escuela Nacional de Teatro, del Instituto Nacional de Bellas Artes (inba), en el Centro Universitario de Teatro (cut), del que participó en su fundación, y en el Núcleo de Estudios Teatrales; de Apreciación al Teatro en la Universidad Iberoamericana, y de Teoría de la Comunicación en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (enap) de la unam, así como diversos talleres en la Universidad de Nueva Orleans y en el Instituto de Artes, en Roma. Se inició como director teatral, en 1972, con la obra La apostasía, de Luisa Josefina Hernández. Dirigió el cut (1978-1982), Actividades Teatrales, de la unam (1981-1982), el Centro de Experimentación Teatral del inba (1985), la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (1986), la Casa de Teatro (1995) y desde 1999, el Centro de Formación Teatral Colegio San Cayetano, en el Estado de México. Representó a México en la sección de Teatro para estudiantes ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (unesco); fue asesor del Ballet Nacional de México, de los programas culturales de la Unidad de Promoción Voluntaria (Patronato Nacional) y vocero titular de la Asociación Mexicana de Teatrología y Crítica. Ha participado en un sinnúmero de eventos, cursos y seminarios sobre teatro en México, Rumania, Alemania, Holanda, Suiza, España y otros países. Fundó el Taller Épico de la unam, el cual se ha presentado en varios festivales nacionales e internacionales, y la Casa de Teatro (1992). Ha colaborado en varias publicaciones periódicas entre las que destacan las revistas: La Jornada Semanal (con su columna “Proscenio”), Proceso, Escénica (formó parte de su Consejo Editorial), La Cabra y La Escena Latinoamericana de la cual fue también corresponsal. Presentó en Canal 11 las obras Improntu para tuba en llamas y Prometeo Encadenado, en 1981, y una adaptación de la obra de Héctor Mendoza Dos intentos de suicidio, en el Canal 22, en 1994. En teatro ha dirigido más de cincuenta obras de autores como Bertolt Brecht, Ronald Harwood, Botho Strauss, Elena Garro, Vicente Leñero y otros. Después de ocho años (2008) al frente de la Compañía Nacional de Teatro (cnt), Luis de Tavira anunció su salida una vez cumplido su último renombramiento.

Luis de Tavira Noriega, poeta, director, dramaturgo y ensayista. Ingresó al mundo literario como poeta, aunque ha dedicado gran parte de su vida al teatro. Su poesía se caracteriza por tener a Dios como personaje al que se le cuestiona y a la soledad como una de las situaciones humanas que le permiten la reflexión. Su propuesta teatral, según explicó a Édgar Ceballos, se divide en varias etapas: teatroliturgia: caracterizado por la escenificación de obras sobre problemas teológicos; teatro brechtiano y de compromiso político: expresión de temas sociales y políticos; teatro épico mexicano, basado en la realidad mexicana y en la representación teatral de la historia nacional no conocida o poco abordada; teatro-ópera, representación musical y teatro donde la propuesta recae en el actor. Ha puesto en escena varias obras inspiradas por poemas y por personajes históricos nacionales e internacionales; su interés es reflejar situaciones reales, con personajes conflictivos que reflexionan y cuestionan sus acciones. Así, Lope de Vega en El Caballero de Olmedo es reflejado en el personaje central -Alonso de Manrique– quien vive una historia de amor con la joven Inés; Ramón López Velarde en Zozobra y Novedad de la patria es presentado con su religiosidad y su fantasía erótica, ubicándolo en su momento histórico para compartir sus posibles vivencias. Alfonso Reyes es el hombre que reflexiona, cuestiona sus acciones y recuerda su pasado en La conspiración de la cucaña. Finalmente, Aquiles, el personaje inspirado por Homero, es abordado para contar su amor y su muerte en La pasión de Pentesilea. Otro de los temas abordados en su teatro es la historia de México, con sus conflictos, sus héroes y sus traidores: en La Huelga se aborda el problema sindical en nuestro país, con sus represiones y sus traiciones internas; en La sombra de caudillo se presenta la historia de la matanza del general Francisco R. Serrano y sus correligionarios, en 1927; en Felipe Ángeles se enjuicia a este personaje villista para valorar su participación en la Revolución Mexicana y saber cuál fue su papel en esta lucha y en la historia; mientras que en Ventajas de la epiqueya se refleja a ese México con sus asesinatos políticos, con su Iglesia traicionera, con situaciones que son interpretadas de acuerdo a las circunstancias (definición de epiqueya). Este mundo caótico, con medios de comunicación que absorben el tiempo y la vida de una sociedad mecanizada, también es tratada por el autor: en Siete puertas donde hace una crítica al progreso y al desarrollo tecnológico y en Santa Juana de los mataderos, al capitalismo contemporáneo. Ese caos, ese mundo cambiante y contrastante es presentado también en Prisma, mientras que en La séptima morada, la historia de varios personajes angustiados se entrelazan en un laberinto que sólo tiene una salida en común: la cama. La puesta en escena de sus obras no es sencilla: presenta varios escenarios, momentos y personajes a la vez, un tiempo que no avanza de manera cronológica sino con saltos que nos llevan al pasado, al futuro, al pasado otra vez y al presente; utiliza otros medios de comunicación (como la televisión) para abordar detalles de la historia y la música como un personaje más. Además de su labor en el escenario ha abordado al teatro como crítico y analista en libros y periódicos donde se preocupa por reflexionar y estudiar su situación. En su columna “Proscenio”, publicada por más de dos años en La Jornada Semanal, así como en otros espacios, se ha ocupado de sus teorías sobre la situación del teatro nacional e internacional, las tendencias en el escenario, el papel del actor y del director como creadores, así como de la reconstrucción de la historia del teatro en México.