Enciclopedia de la Literatura en México

Florencio M. del Castillo

Ángel Muñoz Fernández
1995 / 28 nov 2017 09:57

Hijo de costarricenses, nació en la Ciudad de México en 1828 y murió en Veracruz, Veracruz, en 1863. Novelista y periodista. Militó en el Partido Liberal. Inició la carrera de Medicina que abandonó para dedicarse al periodismo político y a la literatura. Fue preso en San Juan de Ulúa. Colaboró con el Monitor Republicano y en Biblioteca Mexicana Popular y Económica.

Notas: Cultivó la novela corta y el cuento. Fue un escritor romántico y sensiblero. Ignacio Manuel Altamirano lo calificó como "El novelista de más romanticismo que ha tenido México".

 

Florencio María del Castillo Velasco nació en la Ciudad de México el 27 de noviembre de 1828 y murió en la misma ciudad el 27 de octubre de 1863. Hijo de Demetrio del Castillo, nativo de Costa Rica, y de Francisca Velasco; hermano de José María del Castillo Velasco y sobrino de Florencio del Castillo, canónigo de la catedral de Oaxaca, gobernador de la mitra y Obispo electo de la misma catedral. Fue enviado al Colegio de San Ildefonso, donde hizo estudios de filosofía; siguió la carrera de medicina un tiempo, pero la abandonó para dedicarse al periodismo y a la literatura.

Militó en el Partido Liberal y combatió a los conservadores con sus primeros escritos en El Monitor Republicano, del que llegó a ser redactor en jefe y donde tuve a su cargo diversas columnas, como “Variedades”. Colaboró también con la Biblioteca Mexicana Popular y Económica y El Álbum Mexicano. Defendió los principios reformistas de la Revolución de Ayutla. En 1857 formó parte del Ayuntamiento de México y fue diputado suplente al Primer Congreso Constitucional. En 1861 fue electo presidente del Ayuntamiento de la Ciudad de México y resultó electo diputado propietario al Segundo Congreso Constitucional. Tomó las armas contra los invasores franceses; fue aprehendido el 3 de agosto de 1863 y posteriormente trasladado a la fortaleza de San Juan de Ulúa, en Veracruz, de donde salió gravemente enfermo de fiebre amarilla. Poco después, falleció en el hospital del puerto.

Dentro de la historia de la literatura mexicana, figura como uno de los primeros autores en especializarse en el género de la novela corta y el cuento. Junto con Ignacio Manuel Altamirano, Guillermo Prieto, José María Roa Bárcena y Francisco Zarco fundó El Liceo Hidalgo en su primera etapa (1850-1851). También perteneció a El Círculo Juvenil de Letrán que Ignacio Manuel Altamirano organizaba en su habitación en el Colegio de Letrán en 1857 y 1858.

Sus artículos periodísticos aparecieron bajo los pseudónimos de Clarín (en su calidad de reseñista teatral), F.M. del C. (cuando escribía sobre modas), Genio y El Ferrero

A pesar de ser reconocido como uno de los primeros escritores mexicano de novelas cortas, sin pasar por alto a Manuel Payno, y de que se le llegó a considerar en su época como el “Balzac” mexicano, sólo se cuenta, de aquella época, con las críticas favorables de Ignacio Manuel Altamirano, Luis G. Ortiz; y del siglo xx, algunas fichas bio-bibliográficas de las historias de la literatura, que repiten la misma información. Recientemente, a principios del siglo xxi, investigaciones como La novela corta mexicana en el siglo xix (2003), de Óscar Mata, así como su artículo “Florencio M. del Castillo: el traductor de los dolores del pueblo”, publicado en 2005; La república de las letras: Asomos a la cultura escrita del México decimonónico. Galería de escritores, editada por Belem Clark de Lara y Elisa Speckman Guerra (2005), donde se le menciona en varias ocasiones, así como dos tesis de la Universidad Nacional Autónoma de México han iluminado el camino hacia la producción del autor.

Parte de su producción narrativa, anterior a 1857 y publicada por separado, apareció reunida por primera vez en un solo volumen en 1849 bajo el título Horas de tristeza con prólogo de Guillermo Prieto; las novelas antologadas fueron Amor y desgracia, La corona de azucenas, ¡Hasta el cielo! y Dolores ocultos. Al año siguiente, este mismo libro fue reeditado por M. Ituarte. La Tipografía del Comercio, a cargo de Joaquín Moreno, editó nuevamente esta antología en 1864. Dos años antes, la Imprenta de Vicente García Torres imprimió ¡Hasta el cielo! (1862). La novela más extensa de Florencio M. del Castillo, Hermana de los ángeles, fue publicada en 1854 por el Establecimiento Tipográfico de Andrés Boix y, en 1982, fue rescatada por Premiá junto con la sep y el Consejo Nacional de Fomento Educativo para formar parte de la colección La Matraca. Casi diez años después de haber fallecido el escritor, la Imprenta en la calle Cerrada de Santa Teresa número 3 antologó sus Obras completas (1872) precedidas de algunos rasgos biográficos por Luis Gonzaga Ortiz; el contenido del volumen era Amor y desgracia, La corona de azucenas, ¡Hasta el cielo!, Dolores ocultos, La hermana de los ángeles, Expiación, Botón de rosa, En un cementerio (artículo suelto), Suicidarse por mano ajena (artículo suelto) y D. Manuel Eduardo de Gorostiza (Ensayo biográfico). En 1875, apareció en la Biblioteca de La Orquesta otra reimpresión de las Obras completas de Florencio M. del Castillo, editada por M.C. de Villegas. La última publicación de las Obras (1902) fue en la Biblioteca de autores mexicanos de la Imprenta de Victoriano Agüeros, precedida por un apunte biográfico a cargo de Alejandro Villaseñor y Villaseñor; recogió Amor y desgracia, La corona de azucenas, ¡Hasta el cielo!, Dolores ocultos, Dos horas en el Hospital de San Andrés, Hermana de los ángeles, Culpa, Botón de rosa, En un cementerio, Suicidarse por mano ajena y D. Manuel Eduardo de Gorostiza.

En cuanto a sus escritos periodísticos, sólo se tiene noticia de un artículo, en el número 281 del 15 de octubre de 1963 del Boletín Bibliográfico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, escrito por Carlos J. Sierra, donde se ofrece una lista de todos sus ensayos aparecidos en El Monitor Republicano.

Seudónimos:
  • F.M. del C.
  • Clarín
  • Genio
  • El Ferrero