Los autores Armando Bartra, Alejandra Moreno Toscano y Elisa Ramírez nos proponen en De fotógrafos y de indios reflexionar sobre una de las formas dominantes del romanticismo mexicano: el indígenismo fotográfico en el fin del milenio. Y lo hacen a partir de un acervo de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, rico en imágenes representativas del fotorreportaje, de la etnografía universitaria y de la cultura postcontestaria de los últimos quince años.
De fotógrafos y de indios nos enfrenta a nuestra propia mirada y a nuestra propia ceguera (la de los fotógrafos, jurados de los concursos de fotografías, autores y editores de este libro). Esta selección de fotos nos hace conscientes de una imagen que se ha puesto a los indígenas contra una imagen que ahora los indígenas nos imponen de sí mismos. Paradójicamente, al dar vida a este archivo descubrimos que estamos reviviendo nuestros propios fantasmas. En las páginas de este libro las ausencias resultan ser más significativas que las presencias: la ausencia del indígena real, que desapareció frente a su imagen bucólica, y la desaparición del campesino, mistificado en una perpetua fiesta. La eterna "guerra de las imágenes" sigue formando parte de nuestra dolida consciencia nacional.
