En Floricanto sabemos que Griselda Álvarez es y será un referente en la historia de la mujer mexicana, en la lucha por ocupar un espacio justo, vasto y generoso en los diversos ámbitos de la vida en sociedad. Su lucha por abordar y ejercer todas las actividades, funciones y profesiones del hombre de su época enriquece el imaginario colectivo de nuestro país. Así, en su afán de habitar el mundo desde su perspectiva de mujer de manera completa, personificó en forma brillante múltiples roles: el de la mujer política, impulsora de la educación, promotora de la cultura, intelectual y artista. Tíñeme el alma de esperanza y rosa, dice Griselda Álvarez en su poesía, anticipando la celebración como una característica de su obra, donde el asombro por lo cotidiano alterna con la conciencia irremediable de la brevedad. Erotismo y muerte, grandes temas de la poesía, hilvanan sus sonetos, cuya filigrana poética se desborda en la plenitud del acontecer. Ahora, lo importante es volver a escuchar con los ojos, como diría Juana de Asbaje, esta poesía que a los cien años se siente cada vez más joven. Hacemos votos para que se multipliquen esfuerzos como éste y la obra de Griselda Álvarez reciba la difusión y el amplio reconocimiento que merece.
Comité Editorial de Floricanto