Aproximación al interior de una ballena es una máquina lacónica que atestigua el devenir de la impotencia en cinismo poético adentro de una sociedad imposible de vivir. Ahí la única justicia es la libertad de transgredir el hartazgo de su sordidez con un ojo lírico: en esa mirada la desmesura toca su extremo para revertir la imaginería de la sangre en existencias secas, concisas, indolentes y paisajes níveos.
Paisajes nublados que indeterminan la coordenada del sufrimiento. No hay una cartografía para el dolor: su territorio puede llamarse melancolía suicida de país nórdico, vacío existencial de autopista norteamericana o avenida-matadero con hoteles sucios de algún puerto que ha extraviado toda gobernabilidad.
[Título ganador del Premio I Concurso Nacional de Dramaturgia “Altaír Tejeda de Tamez".]


