Enciclopedia de la Literatura en México

Manuel Díaz Mirón

Ángel Muñoz Fernández
1995 / 29 nov 2017 07:57

Nació en 1821 y murió en 1895 en Veracruz, Veracruz. Poeta, periodista y político. Fue gobernador de su estado natal. Padre de Salvador Díaz Mirón. Dirigió el periódico literario El Veracruzano.

Notas: Figura como poeta en la antología México poético. Colección de poesías escogidas de autores mexicanos, que compuso Adalberto Esteva (1900).

 

Poeta, historiador, político, periodista y militar. Hijo del español Miguel Díaz Rebolledo y de Josefa Mirón, de ascendencia murciana, quien muere a los tres días del parto. Su padre fue sacrificado en uno de los asaltos a la guarnición de Ulúa, el último reducto español después de conseguida la Independencia.

Es el hijo menor de una familia numerosa que a la muerte del padre queda bajo la tutela de una tía, y es enviado a México a educarse en un convento.

A los 18 años obtiene un empleo en la Tesorería. El 15 de septiembre de 1842 pronuncia un discurso cívico e ingresa al ejército, al mando del general José María Tornel, leal a Santa Anna. Allí conoce al también poeta Joaquín María de Castillo y Lanzas.

En 1846 es nombrado secretario particular del gobernador Juan Soto, a quien acompaña en las guerrillas de Huatusco y Coscomatepec, provocadas por la intervención norteamericana. Se casa con la cordobesa Eufemia Ibáñez y Garres y se hace cargo del departamento de Jalacingo. Al término de la guerra, en 1848, se retira provisionalmente del ejército y ocupa el puesto de secretario del ayuntamiento de Veracruz. Es entonces cuando se consagra a la producción intelectual y cuando escribe gran parte de su obra poética; escribe cartas, ensayos literarios, piezas teatrales en verso, cantos, discursos cívicos, cuentos, crónicas, obras de corte histórico y traduce a poetas y prosistas del inglés y del francés.

A lo largo de todo 1851 funda, dirige y propiamente escribe íntegro su periódico El Veracruzano, de corte literario, y allí publica por entregas su drama Don Juan de Palafox. En 1855 establece en Veracruz la Imprenta del Progreso, hasta que comienza a ser acosado por los santanistas y decide retomar las armas e incorporarse al ejército de Ignacio de la Llave. Se remonta al cerro del Chiquihuite y asciende a comandante de batallón por sus acciones en Puente Nacional.

Nombrado gobernador de Veracruz el general De la Llave, éste lo invita a diversos cargos que rechaza, y sólo acepta ser miembro de la Junta Constituyente. Radica en el puerto de Veracruz y allí apoya a su amigo Miguel Lerdo de Tejada en su lucha contra Melchor Ocampo, ambos colaboradores cercanos a Juárez que están en pugna por sobresalir y lograr el favoritismo del padre de la Reforma.

En esos días Manuel Díaz Mirón critica acerbamente la actitud titubeante del gobernador Gutiérrez Zamora. Con grado de coronel vuelve por última vez al ejército, en 1862, ante la inminencia del ataque francés a nuestro país; recluta fuerzas y custodia el norte del estado. Se incorpora a la División de Oriente, comandada por Zaragoza, y participa en la batalla del 5 de mayo.

Tras diversos escarceos, es nombrado comandante militar y gobernador del estado, y con esta investidura ocupa Xalapa, combate contra los franceses en Cerro Gordo y se repliega a Tlacolula después de la derrota, asediado y con su tropa menguada. Defiende la región de Naolinco y Misantla, en tanto Berthier ocupa Xalapa, y el 15 de enero de 1863 la rescata pero al poco tiempo abandona los cargos de gobernador y comandante militar de Veracruz y es sustituido por el general Francisco de Paula Milán, su enemigo, que es fiel a las fuerzas del general Ignacio R. Alatorre. Díaz Mirón se retira con su tropa a Perote, va a Tuxpan y a otros sitios, como Coatepec, y lucha y arenga contra los republicanos.

A la llegada de Maximiliano a Veracruz, en mayo de 1864, decide incorporarse al ejército imperial, y es enviado como comandante a Yucatán. Rumbo a este destino, en trayecto por mar, decide en Alvarado secuestrar la nave y retorna a Ulúa desde donde se embarca rumbo a La Habana. Con este exilio concluye su vida militar.

Amparado por la ley de amnistía, en 1865 vuelve al país y se establece en Veracruz. Publica sus Meditaciones poéticas y participa en aventuras editoriales, como en las revistas Violetas y Guirnalda en colaboración con Santiago Sierra, Rafael de Zayas Enríquez y otros. Dos años después acepta el cargo como consejero del embajador Miguel Lerdo de Tejada, nombrado por Juárez para ir a Washington. A este viaje lo acompaña su hijo Salvador Díaz Mirón, que por entonces comenzaba a escribir sus primeros poemas.

Ambos retornan a Veracruz. Él se dedica al comercio, como corredor mercantil y allí muere, precisamente cuando Salvador Díaz Mirón purga una condena por homicidio en el penal de Allende. 

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