Estudió Humanidades, Filosofía y Teología en Xalapa y Ciencias Sociales en Roma. Fue párroco de Soledad de Doblado, Veracruz y de Carlos A. Carrillo del mismo estado, entre 1968 a 1998. Llevó a la práctica un apostolado en defensa de los trabajadores, antes que Juan Pablo ii lo elevara a la categoría de derecho humano en su encíclica "Laborem Exercens". Defendió y encabezó el movimiento cañero de la cuenca del Papaloapan (1971-1972). Fue defensor y representante de campesinos en pugna con el cacicazgo aún imperante y mediador para la liberación de Rubén Figueroa, secuestrado por el Partido de los Pobres. Este hecho inspiró su obra Ejercicio de guerrillero. A partir 1998 se retiró del ejercicio eclesiástico, pero no de la defensa de los trabajadores.

Carlos Bonilla Machorro, activista político, ensayista y narrador, aprovechó sus experiencias como sacerdote en toda su obra. Es autor de más de diez libros, entre lo que destacan su primera novela, Caña amarga, en la que denuncia el descontento social de los cañeros en 1973. El diablo mi párroco, su segunda novela, registró la mentalidad del cura conformista; es una pintura de los vicios y cualidades de los hombres de Iglesia. Ejercicio de guerrillero es la crónica novelada de la vida de Lucio Cabañas y del secuestro de Rubén Figueroa y sus implicaciones. El más profundo infierno, su última obra, es la historia de un grupo de sacerdotes mexicanos que pensaron la “teoría de la liberación de los pobres”, basándose en hechos reales funciona como hilo conductor para revelar el lado oculto de la Iglesia católica mexicana y examinar su situación actual.