Estudió Mecanografía y Taquigrafía en la escuela Miguel Lerdo de Tejada. Obtuvo medalla de oro como secretaria taquígrafa parlamentaria, lo que le valió ser admitida en la Secretaría de Hacienda. Trabajó con el doctor Conrado Zuckerman, afamado oncólogo. En 1966 ingresó a la Sociedad de Escritores de México. En 1949 recibió un premio por su novela Nosotras las taquígrafas, que fue adaptada al cine por Alfonso Patiño Gómez, producida por Salvador Elizondo y dirigida por Emilio Gómez Muriel, en 1950. Publicó cuentos en el “Magazine Dominical” de El Universal; algunos de ellos resultaron premiados.

Sarah Batiza Berckowipz, narradora, publicó tres novelas: Nosotras, las taquígrafas describe el trabajo y destaca el sentido humano y el valor social de ese grupo de mujeres, expuestas constantemente a la acechanza y a la corrupción, mediante las amargas experiencias vividas por ella misma. Mis “yos" y Larry, con rasgos de novela psicológica, explora los problemas urbanos a través de una secretaria que se hace pasar por escritora. Eso que se llama un niño tiene un marcado sabor autobiográfico, aun cuando es un niño el narrador, donde se alternan los recuerdos infantiles con la descripción de la Ciudad de México en la década de 1910 a 1920.