Hijo del notable historiador y novelista Eligio Ancona. Fue diputado al Congreso Constituyente de Querétaro (1916–1917), senador y gobernador provisional de su estado natal (1920), y del territorio de Quintana Roo. Escribió artículos políticos en El Peninsular de Mérida (1904–1907), en el bisemanario de caricaturas La Campana (1907–1914) y en el Diario del Sureste. Fue secretario particular de José María Pino Suárez, cuando éste fue gobernador de Yucatán; jefe del Partido Antirreeleccionista y diputado federal contra Huerta. Al ocurrir la usurpación de éste tuvo que exiliarse en La Habana y en los Estados Unidos. Con el general Salvador Alvarado, fundó en Yucatán el diario La Voz de la Revolución (1915). Estableció su residencia en la Ciudad de México, donde colaboró en El Popular, con sus columnas "Del ayer revolucionario" y como editorialista y colaborador de El Nacional, con "Apuntes de actualidad".

Antonio Ancona Albertos, periodista y político, es autor de una sola novela, En el sendero de las mandrágoras, de carácter autobiográfico, relata su decepción por el régimen porfirista. En sus artículos reflejó su preocupación revolucionaria y combativa por los sucesos de su realidad. A través de una prosa directa y mordaz abordó ágilmente los problemas emanados de la Revolución Mexicana. Una selección de ellos fue presentada en el ensayo biográfico Mónico Neck (1963).