Desde niño vivió en Pachuca, Hidalgo, donde estudió en el Instituto Científico y Literario, de donde salió, becado por el estado, para estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria y posteriormente en la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la Universidad Nacional de México, titulándose de abogado en 1909. Ejerció su profesión como defensor de oficio, agente del Ministerio Público de lo penal, Magistrado del Tribunal Superior de Justicia y del Tribunal Fiscal de la Federación. Fue diputado por León, Guanajuato, en la Segunda xxvii Legislatura (1913-1914). Impartió la cátedra de Historia en el Colegio Militar, en la Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional y, la de Derecho Penal, en la Facultad de Derecho de la misma Universidad. Como periodista, colaboró en diarios como El Heraldo de México, El Universal, El Universal Gráfico y El Demócrata. Como editor, dirigió la Colección Fantasio de la Editorial Botas. Por un tiempo se dedicó a la diplomacia como Ministro Consejero en la Embajada de México en Cuba, y fue embajador en Honduras y República Dominicana. Fue secretario del Museo Nacional y perteneció al Ateneo de la Juventud, a la Academia Mexicana de la Historia (1960-1962), a la de Ciencias Penales y a la Correspondiente de la Real Academia de la Lengua Española como miembro de número, electo el 9 de junio de 1961.

Alfonso Teja Zabre, poeta, narrador y ensayista, abarca en su obra temas literarios, históricos y legales. Inicia su trayectoria como escritor al participar en el concurso convocado por el Museo Nacional de Historia para celebrar el centenario del inicio de la Guerra de Independencia. Su poema participante, Héroes anónimos, fue publicado por el mismo museo en edición limitada e incluido después en Poemas y fantasías, donde recoge además prosas y otras poesías de juventud. Su novela Alas abiertas refleja “la intensa vida consuetudinaria” con aspectos de la psicología mexicana: es una caracterización dramática y humana de la realidad, con la que sabe adueñarse de la curiosidad del lector. En su segunda novela, El nuevo Quetzalcóatl, usa la leyenda para sublimar el pasado prehispánico mexicano. Sus ensayos sobre personajes históricos nacionales, como Morelos y la Historia y tragedia de Cuauhtémoc, revelan el interés del autor por reivindicar pasajes de la historia de México.