Benito y Valentín se complementan muy bien. Los dos se sientan a la mesa, Benito bebe el vino, Valentín el refresco. Valentín prefiere la pechuga del pollo y Benito dice que es mejor el muslo. Al terminar, Benito quita los platos y Valentín limpia el mantel. Entonces al aire tibio de la cocina, se disponen a disfrutar el mejor rato del día. Valentín abre el libro y empieza a leer. Benito lo escucha mirándolo atentamente, sin pestañear apenas, como si en la cara de Valentín pudieran verse los seres más fascinantes y las aventuras más increíbles.
Benito no sabe leer. Benito es el abuelo de Valentín. Los personajes de las historias que leen casi siempre son niños, nunca aparecen viejos. A Benito esto no le agrada porque los viejos son importantes y, como él no es un abuelo común y corriente, ya se encargará de cambiar esta situación.
Pilar Mateos nació en Valladolid, España. Ha recibido, entre otros reconocimientos, el primer premio “Barco de Vapor” (1980), y el premio “Lazarillo” (1982). También ha incursionado en radio y televisión. En la actualidad reside en Madrid. En esta misma colección ha publicado La casa imaginaria.