Enciclopedia de la Literatura en México

Torototos

Jorge Ochoa nació poeta, como a cualquiera le puede suceder, y a partir de entonces está condenado a convivir con su poesía porque no la puede evitar. Su tarea cotidiana consiste en colocar en el lugar preciso —el pecho del mundo— su forma personal de percibir los colores del sol y de la sombra más profunda, lo olores de la guayaba y la papaya, la piel de la nostalgia, el sabor de los labios para siempre idos, aquellos que en los sueños nos muerden la memoria del deseo. ¡Que destino del poeta por nombrar lo que nunca fue, lo que nunca será! En sus textos, las palabras y las imágenes que evocan vigorizan a la raíz de su significado, reinventan al alienante espejo diario de la literalidad, porque en el acto de verbalizarlas el poeta descubre resonancias inéditas, los sentidos inverosímiles: un poema es el umbral desde el cual se nombra a las cosas del mundo, siempre por vez primera. La obra de Jorge Ochoa no es una obra retocada, emperifollada, por el contrario fluye naturalmente, sin presiones.

En Torototos, el poeta transita su poesía guiado por la brújula de la memoria insoportable, un conjuro del pasado que se escurre entre los dedos, frente a un horizonte atónito donde los puntos cardinales son murmullos, latidos de un corazón sin norte ni sur que retumban en cada poema donde deambulan voces, personas, objetos varios, flores y sal en los labios. En esta obra, el presente es el tiempo donde se procesa la materia prima de otra poesía, la del mañana que es ayer, con olor a piso de tierra, a naranjas, a besos de ida y vuelta.

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2005. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.