Ana García Bergua se ha caracterizado en sus libros por escribir con un humor ligado a la literatura, lleno de guiños a la inteligencia del lector y apelando a una gracia alada que la crítica confunde con ligereza cuando en realidad es levedad, lo que va de una cosa a la otra es lo que se pone en juego entre la trivialidad y la intensidad. Las crónicas que se reúnen en Pie de página son a la vez demoradas y vertiginosas, nostálgicas de un tiempo que ya no volverá pero también descriptivas de encuentros y aconteceres aún por venir. Oficios callejeros, los preparativos del día, un gato que se va y regresa y se vuelve a ir, el descubrimiento de la sexualidad a través de nimiedades que se vuelven esenciales: todo sirve para escribir un "pie de página" que es a la vez un comentario incidental y lo que le permite mantenerse erguida a dicha página, y si se ve de manera radical, lo que le permite caminar sobre el mundo, pues Ana García Bergua, y nosotros lectores con ella, sabemos que hay textos que no permanecen quietos y que, un pie (de página) detrás de otro, nos proponen, como en este libro, paseos memorables.
De la mano de Ana García Bergua paseamos por una cultura donde todo se acomoda a la manera surreal que Breton tanto amo de este “país arcaico de piedra y pluma”. Aguda observadora del detalle aparentemente banal, su elegante prosa de humos sutil arranca una sonrisa, cuando no una franca carcajada. Entre azoteas, albañiles, tacones femeninos, microbuses y panzas de burócratas resignados, en estos textos breves, salpicados de exquisitas elipsis, reconocemos la vida en blanco y negro de un país que se niega a perder la memoria del pasado y reclama su lugar en el ahora. Estas crónicas deliciosas y picantes, como tacos de banqueta, vuelven a ver la luz en esta reedición que sin duda hará que el lector devore la obra de una de las escritoras mexicanas más relevantes de nuestro tiempo.