Una ciega alegría es un libro sobre la inconmensurabilidad de la propia poesía, desde "el punto de vista de los ciegos". Los ciegos ven el mundo a través de equivalencias sensibles; entonces, quizá puedan ver la poesía; nosotros no. Sergio Ávalos ha escrito un libro portentoso, quizá porque proviene de una prodigiosa tradición poética: sus versos están más cerca de Gorostiza y Becerra que de Pellicer. Ávalos inventa poderosas y alucinantes pociones cuyo efecto es revelarnos la poesía en uno de esos raros libros que uno siempre ha deseado leer. Libro de ternura indecible, inteligente, ahíto de nostalgias, donde la luz es la nostalgia suprema: "Abigail, déjame tocar una vez más las mariposas que llevas en los ojos".
JEREMÍAS MARQUINES
BAHÍA DE SANTA LUCÍA, INVIERNO, 2015