Tras el fin del Antiguo Mundo, una parte de la población es trasladada a vivir bajo tierra, en su mayoría niños y jóvenes, a un lugar llamado Daku, donde las reglas de convivencia y vida son muy estrictas y El Consejo tiene un método para mantener la demografía a su máxima capacidad, sólo 800 personas; la edad tope para estar ahí es de 35 años, después desaparecen. En ese oscuro lugar, la tecnología es muy avanzada, pues fue la forma que emplearon para sobrevivir.
En Daku: viviendo en la oscuridad, una joven de 16 años, Nuna, es inquieta y creativa, no le agrada vivir de esa forma, por lo que suele usar las reglas a su favor para salirse con la suya y crear diversos aparatos que le hagan la estadía más cómoda. Además, suele compartir sus secretos y pensamientos con alguien fuera de Daku, como si tuvieran una conexión telepática. Su mejor amigo es un joven llamado Anka, por quien siente algo especial; sin embargo, sólo lo puede ver una vez al año, ya que en Daku, los grupos en los que está dividida la población, no pueden convivir entre ellos mas que en la Gran Convivencia, un festejo anual, donde se les permite a los dakunianos divertirse, verse y olvidar las estrictas reglas por un día entero.
Mientras está en Daku, en ese nuevo mundo subterráneo, Nuna descubre y potencializa sus habilidades como Creativa; cuestiona, conoce la traición, recuerda, sueña y entra a un viaje de auto-conocimiento para definirse y encontrar su razón de ser. Nuna tiene dos grandes objetivos: abandonar Daku y reconstruir la atmósfera terrestre para ya no vivir en la oscuridad.
