"Nosotros los anarquistas querríamos que en cada localidad los trabajadores, o más propiamente aquella parte de los trabajadores que tiene mayor conciencia y espíritu de iniciativa, tomase posesión de todos los instrumentos de trabajo, de toda la riqueza, la tierra, las materias primas, las casas, las máquinas, los productos alimenticios, etcétera, y comenzase de la mejor manera posible a trazar los lineamientos de la nueva forma de vida social. Querríamos que los trabajadores de la tierra que hoy trabajan para los patrones no reconocieran ningún derecho más a los propietarios y siguieran e intensificaran el trabajo por su propia cuenta, entrando en relaciones directas con los obreros de las industrias y de los transportesra el intercambio de los productos; que los obrero de las industrias, incluidos los ingenieros y los técnicos, tomaran posesión de las fábricas y continuaran e intensificaran el trabajo por cuenta propia y de la colectividad transformando en seguida todas las fábricas que hoy producen cosas inútiles o dañinas en productoras de las cosas que más urgen para satisfacer las necesidades del público; que los ferroviarios siguieran manejando los ferrocarriles pero en servicio de la colectividad; que comités de voluntarios o de personas elegidas por la población tomaran posesión, bajo el control directo de las masas, de todas las instalaciones disponibles para alojar lo mejor que por el momento se pudiese a todos los más necesitados; que otros comités, siempre bajo el control directo de las masas, proveyeran el aprovisionamiento y a la distribución de los artículos de consumo; que todos los actuales burgueses se vieran necesitados a confundirse entre la multitud de los que fueron proletarios y a trabajar como los otros para gozar de los mismos beneficios que los demás. Y todo esto en seguida, en el día mismo o al día siguiente de la insurrección victoriosa, sin esperar órdenes de comités centrales o de cualquier autoridad."
Errico Malatesta