Enciclopedia de la Literatura en México

La poesía de Bécquer : el tiempo de los objetos o los espacios de la luz

Cuando se contempla un hombre —ha dicho Kierkegaard—, uno está tentado a creer que tiene delante un todo único y completo. Y así sigue creyéndolo hasta el momento en que se enamora y pierde el dominio de sí mismo.

Entonces se ve que si el hombre es realmente todo, en cuanto ama, deja de serlo para convertirse en una simple mitad. Del mismo modo contradictorio, cuando al fin estas dos mitades han vuelto a reunirse, deberían encontrar en esa unión, sin más, completa satisfacción y reposo. Mas lo que hacen, sin embargo, es dar origen a una nueva vida, comenzando a vivir en vez del uno para el otro, y sin sospecharlo siquiera, para la especie.

Podríamos nosotros agregar que en el pequeño ámbito de las Rimas este amor desgraciado parecería expresarse a través de tres tipos de vida, de separación y de muerte.

El amor está compuesto sobre todo, de tres estados anímicos que se expresan a través de su trayectoria temporal. El primero, instante del beso/verso, de la creencia de Dios, de la alegría, de la luz, de la armonía externa e interna. El segundo, expresa la ruptura, que incluye toda la serie de dualidades y parejas de opuestos, convierte el amor en odio, la alegría en dolor, el presente en pasado, la luz en noche, la armonía en inarmonía, la lágrima en risa, el beso en traición.

Y por último, la muerte, momento grave en que el poeta contempla la tumba de la mujer de piedra, anhelando dormir como ella, el sueño de ultratumba.

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2021. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.