Palos y astillas (Historias y relatos sobre nuestros padres) se desprende de aquel viejo dicho: de tal palo tal astilla, que encierra una herencia ancestral donde los progenitores parecen condenar a sus herederos a repetir sus conductas, tanto los mismos rasgos de carácter como y los gestos más nimios. Suele decirse que tenemos la misma forma de hablar o de caminar de nuestro padre, pasando por una larga fila de conductas y hábitos que los extraños reconocen sin que los propios interesados lo notemos: ¡Ay, tan poca atención pusimos en nuestros padres! En estos diez relatos, la mayoría de los padres están
ausentes, pero cuya presencia suele ser más fuerte de lo que a simple vista pudiera entenderse.
Quiero resaltar un segundo aspecto de esta compilación: me parece que los lectores terminarán estremecidos, pues ninguno de los autores pretendimos cubrir con un velo o elevarlos en un pedestal, sino todo lo contrario: pintamos a nuestros padres como lo fueron en algunos momentos de su vida. Así que, estos seres de carne y hueso, quedarán
en estas páginas tal y como surcaron por las miradas de sus hijos y de sus hijas. No hay claros ni oscuros, sino todas las tonalidades de hombres que vivieron, amaron y que partieron de este mundo, la mayoría de las veces, sin ser conocidos o reconocidos por sus vástagos. Escribimos estas páginas como un lamento no exento de ternura. Nunca será sencillo cantar a la rama de la cual nos desprendimos. Pero, aceptado o no, pensaremos que fue instante amoroso el que tuvieron con nuestras madres y que por ello estamos
aquí.
Eduardo Villegas Guevara
