Enciclopedia de la Literatura en México

Desolación : trilogía yagh, 2

Si en la  primer entrega el escritor nos condujo por escenarios insospechados de la imaginación, con esta segunda entrega nos lleva a disfrutar una apasionante aventura de guerras entre reinos humanos y un reino no humano, el de los yaghs, donde sale a relucir el embrujo de la mitología, que nos remite al eidos platónico, donde existen todas las ideas arquetípicas que, según el filósofo griego, algún día recordaremos en un momento de nuestras vidas, intuición con la que más tarde Jung comulgará en el desarrollo de su teoría sobre el inconsciente colectivo, es decir, ese mundo real más allá de nuestra mente, mismo que un día ha de manifestarse en la historia personal de cada uno, lo digo porque así nos puede parecer Desolación: un mundo posible dentro de lo imposible, como me ha gustado definir la narrativa fantástica villamareana, en la que está muy bien delineado el poder mágico del Gran Hugo, símbolo de transmutación de realidades insospechadas.

Novela muy bien estructurada, donde hallamos seres fantásticos: pespilins de dos cabezas, dragones e hipogrifos…; ejércitos, como el de los muertos, el de los nibls, incluso el de los dragones, todos ellos en el campo de batalla disputándose los territorios reclamados; figuras de la realeza, como la reina Masilia o Caribú, y el emperador Arévalo, por ejemplo.

Villamar se ha convertido en un maestro de la narrativa actual, prueba de ello es Desolación, el segundo volumen de su Trilogía yagh, en la que el escritor nos muestra a sus personajes desde una perspectiva interior –y a veces mixta–, pues son ellos quienes se dan a conocer mediante la expresión de sus sentimientos, emociones y pasiones en cada encuentro con el enemigo.

Y para no perder la continuidad técnica de la ausencia del diálogo directo del primer volumen, en esta segunda entrega el escritor da agilidad a la historia mediante el empleo del género epistolar, ya en desuso en la narrativa actual. Construye la historia a partir de un narrador ocular y otro en primera persona, recursos suficientes para crear la atmósfera interior como exterior donde los protagonistas llevan a cabo los planes para las batallas.

En fin, Desolación se nos presenta como un relato muy bien estructurado y verosímil, al grado de que la presencia del autor se ausenta una vez que sus personajes, sin excepción, han cobrado vida por sí mismos. Una historia fantástica digna de ser llevada un día a la pantalla.

Martín Jiménez Serrano

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2018. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.