No, no, el cuerpo es sólido,
resistente, y a pesar de eso
Arón
había encontrado la manera de vencerlo y estaba muerto.
Muerto y yo vivo.
Fue culpa de la foto y para
ser más específicos, también
culpa de la psicología el que
surgiera en mí una necesidad
de dominar con mis amigos,
tan fuerte que me empujó a
mentir para lograrlo.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2016. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.