El sexto volumen de las Obras reunidas de Carlos Fuentes presenta Terra Nostra -a poco más de cuarenta años de su publicación y esta vez bajo la guía experta de Julio Ortega-, una de las más aclamadas y ambiciosas obras del autor mexicano. Con afán todoabarcante, la novela se divide en tres partes -El viejo mundo, El mundo nuevo y El otro mundo- y recorre cinco siglos para explorar una ingeniosa ficción de la historia del mundo hispánico situada entre el dominio de los reyes católicos y la culminación del siglo xx.
Enhebradas con un basto repertorio de referencias culturales, estas páginas crean un espacio donde se celebra lo que somos y lo que estamos destinados a ser. Arquetipos del pasado y códigos contemporáneos -pintura, lingüística, mitología, poética- se entrelazan para introducir al lector en una "fascinadora galería de espejos, por la que debe adentrarse como si fuera en sueños", como apuntó Juan Goytisolo. Como un desafío a la derrota y a los rancios nacionalismos, esta magna obra recuerda que lo mexicano nace de dos tradiciones: una nacional, creada a partir de la mezcla, y otra atlántica, la del México sin fronteras. Situada en el futuro, y narrada en una encrucijada de tiempos, Terra Nostra es una indudable actualidad, la actualidad de la memoria.
Como una acto de justicia editorial, el Fondo de Cultura Económica, la primera casa de Carlos Fuentes, publica una nueva edición que solventa las antiguas erratas e incluye un aparato crítico que permite una aproximación más profunda a esta obra monumental. Terra Nostra es un curso universitario completo, como señala en su prólogo Ortega, y "todos los mexicanos debería leerla y obtener un título de licenciatura en mexicanidad moderna, crítica y celebratoria".
