Cuernavaca vivida en un intenso espacio al transcribirse en novela; una ciudad abierta en sus plazas, bares, recovecos y escondrijos privados, lugares públicos y hasta en sus cosas: esto es lo que el lector mirará al asomarse a este libro y asistir a un minuciosos y sugerente "recuento de daños".
Hay aquí material humano: aventuras sexuales, chismes sórdidos, crímenes pasionales, muertes súbitas, seres con existencias truncas que han elegido el abandono como forma de vida.
La proverbial odisea de atravesar una ciudad legendaria (Alejandría, Tebas o Cuernavaca) y no poder, y no querer salir intacto; hacer con nuestras heridas parte de un colectivo "recuento de daños" que traza el mapa de la ciudad interior, hechizada por sus estaciones diferenciadas entre sí por una brisa apenas perceptible; por infidelidad, por locura, por asesinato o suicidio.
Novela narrada por todos los personajes y ninguno: la Ciudad de la Eterna Primavera relata su propia historia. Saludable sentido del humor que puebla las páginas de voces que nos hablan de anhelos secretos, obsesiones, fantasía, soledad y nostalgia.
Delicada suma de experimentos y recursos narrativos, El recuento de los daños, de Joaquín-Armando Chacón se ha hecho acreedora al primer Premio Internacional Novedades y Diana, por ser una novela excelente, original, madura.
