En la vida nacional se tejen múltiples hilos en una trama intrincada. Ahí encuentran los historiadores mucha tela de donde cortar. Unos se ocupan de las figuras; otros se concentran en el tejido del género y por un hilo sacan el ovillo de la historia. En este libro la trama se refiere a la industria textil poblana durante el porfiriato, y el hilo conductor es la vida de dos personas, Manuel Noriega, emigrante asturiano que administra una fábrica, y Justo Alarcón, niño obrero que limpia de impurezas los copos de algodón.
Los obrajes coloniales fueron el antecedente de las fábricas fundadas en el siglo XIX. Las nuevas empresas sufrieron los vaivenes y conflictos de la época y, además, la competencia de la industria inglesa que ofrecía productos de buena calidad a precios bajos.
Pero la historia no se reduce a la técnica y los números; los obreros son su asunto principal. Venían del campo, acostumbrados a la naturaleza y su ritmo, y tuvieron que sujetarse al encierro, la disciplina. la monotonía de la existencia en la fábrica. La vida de Manuel y Justo nos acerca a los afanes cotidianos de la gente y se sumerge en la historia de esos años azarosos.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 1991. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
