Enciclopedia de la Literatura en México

La dueña de la isla

Alma Karla Sandoval es la dueña de la isla. Ninguna duda queda. En sus jardines de nísperos, de azalias, de jacarandas tiernas, la verdad sabe a vencida, a magnolia que se prefiere siempre, sin vanagloria. Aquí los poemas no son listón, pero sí bosque, sí piel a oscuras, sí tornado que anda con sus huellas, tercamente dentro, sembrando sus semillas. Va el golpe seco de la soledad acompañando la lectura de un alma férrea que, asida a los bordes de la hoja, ata sentencias exquisitas que nos duelen: "No hay jardín, sólo esta guerra". Y es así que a Sandoval, quien ha visto la caída y se ha bebido las lluvias todas y ha padecido dulcemente los días que carecen de luna, se le va la vida en estos versos transparentes para ofrecernos la amenaza que estremece: "Quieta jamás".
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2012. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.