Enciclopedia de la Literatura en México

Cirujano del instinto

Una voz que hace eco de otras más calladas. Es un loco que escucha con atención y sin edulcorar traduciendo a castellano herido los quejidos más amargos de una sociedad enclaustrada en delirios de plástico, rascando vestiduras de imágenes que no son más que máscaras de mascaradas de fascistas del mercado, esclavistas de la vida. Sin miedo al ahogo que sofoca al más enardecido, aguanta la respiración un milenio si hace falta, sin vender un ápice a la retórica… sintiendo luego existe, luego insiste. Y dice de nuevo, cargando bayonetas de amor cuando ama, pero en lucha desigual no arredra su pluma que más que estilográfica, es un puño sobre la mesa, un puño sensible porque no hay guerrero que se crea su propia lucha si detrás de sus balas no hay un sentimiento, con sentido, la dirección ya sólo la otorga la razón de la lógica de un instinto contra los que aplastan a nuestros seres queridos. Sangre misma, roja, humana, corre en manifiesto, como parte de un río que desemboca en otro mucho mayor de la conciencia y tras de sí deja una estela de esperanza hacia el horizonte de un mar que oímos a nuestra espalda.

De Rogelio me cautivó su tan abierta herida, sin mezclar, café crudo adulto que nunca imagino olvidar, que existe un algo maravilloso en los hombres y en las mujeres, y algo por lo que vale la pena seguir peleando. 

Su estilo no perdona al lector que busca en la forma una excusa para no enfrentarse a uno mismo. Valiente cirujano del instinto. La felicidad es. La felicidad es un buen objetivo, amigo mío. Con veinte como tú, cambiaremos el mundo. Más no nos defraudes y levántate de nuevo hombre-amante- niño herido.

 Helios Ruiz

Asturias, 2009

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2009. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.