Cuentos, relatos, los textos de Juan Melgar seducen por los temas que recrean y por el lenguaje retorcido con que amarra las historias y sus personajes, en un ejercicio literario gozoso y retador, donde siempre quedan resquicios para la complicidad del lector.
En estas ordinarias narraciones la violencia y la aventura campean, o subyacen soterradas a pesar del autor, que se define como tranquilo y pacifista. Pacifista hasta donde puede serlo alguien que relata las persecuciones y acechos de dos francotiradores de excepción; o la reacción de un comensal que desenfunda su 38 para obligar a un restaurantero racista a atenderlo; o un viaje en alfombra voladora por el Chicago del siglo XIX, con sus mártires anarquistas.
En estas ordinarias narraciones la violencia y la aventura campean, o subyacen soterradas a pesar del autor, que se define como tranquilo y pacifista. Pacifista hasta donde puede serlo alguien que relata las persecuciones y acechos de dos francotiradores de excepción; o la reacción de un comensal que desenfunda su 38 para obligar a un restaurantero racista a atenderlo; o un viaje en alfombra voladora por el Chicago del siglo XIX, con sus mártires anarquistas.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2010. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.
