En la eterna repetición del sol
emergiendo del vientre del día, en sus lúmenes derramados sobre las cosas del
mundo dejando desnudos los paisajes, en la luz como fundamento de la vida, es
donde el poeta encuentra su voz. Bajo el alba desvela el misterio del amor,
ahonda en la nostalgia, oscurece las sombras y deja que el poeta cante. Óscar
Manuel Quezada sitia entre dos prosas los versos que escribió —quizá— bajo esa
luz recién nacida y, hábilmente, reconstruye en palabras, las postales de un
viaje reflexivo al origen, a lo primordial, una redonda jornada desde el
exterior hasta el alma, para intentar no morir mientras el sol se oculta.
* Esta contraportada corresponde a la edición de 2015. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.