Enciclopedia de la Literatura en México

Cola de salamandra

En los años 20 del siglo pasado, los físicos formularon su desquiciado «principio de incertidumbre», con el que daban legalidad científica a la sospechosa conducta de partículas portentosas y fantasmales. Para sus delirantes hallazgos, el tenaz Erwin Schrödinger involucró a un triste gato; en sus experimentos, el simple deseo podía determinar la vida o la muerte del minino encerrado en una caja expuesto a una partícula en desintegración. Albert Einstein se negaba a escuchar al respecto con su famosa frase: «Dios no juega a los dados», y el gran sabio Stephen W. Hawking, cuando le hablan sobre el gato de Schrödinger, dice sentir el irrefrenable impulso de sacar su revólver. En Cola de salamandra, Sergio-Jesús Rodríguez hace un simpático divertimento, mediante doce cuentos, en el que busca compartir con el lector su perplejidad ante la madre naturaleza, que no cesa de reírse de nosotros con sus cartas bajo la manga y parece decirnos: «Sí: Dios sí juega a los dados.» El misterioso Vigía, quien firma un correo electrónico en esta obra, escribe: «En su corazón chispea una indefinida corriente eléctrica, que mana y está en todas partes. Es el deseo. El deseo que habita en la totalidad de las criaturas y determina la incertidumbre, la cual nos hace sus víctimas o sus cómplices.»

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2007. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.