Hace aproximadamente 60 años que en la sala de “Amigos del arte” (en Montevideo) J. L. Borges se preguntaba: ¿No será porque nuestra vida es fantástica, que nos conmueve la literatura fantástica?”, al menos esto ha sucedido con Janitzio Villamar, quien goza de una asombrosa percepción de lo fantástico, el mundo de lo fantástico, así nos lo ha dejado ver en sus prolijas publicaciones de cuentos, una estética y una temática prometedoras que lo colocan entre los escritores consagrados en los géneros de terror y de fantasía, ahora lo comprobamos en La caída del espectro, novela que forma parte de la Trilogía yagh (en preparación).
Es mediante la descripción y la narración de la atmósfera del reino humano Liconia, caracterizada por hechos que desencadenan en la pasión, el cuestionamiento y el enredo de sus protagonistas (magos, emperadores y el sargento Darío) que Janitzio Villamar hace vislumbrar en esta novela otros mundos tan palpablemente reales en el territorio de la invención y de lo fantástico.
Por otra parte, la enorme cantidad de reminiscencias clásicas y medievales que hallamos en esta primicia novelística (Jenofonte, Homero, Vulgata del rey Arturo, el mito de Heracles –Hércules_, Ariosto, Petronio… y las canciones, propias de la tradición celta de poemas épicos, retomada por Tolkien), además de su talento artístico, hacen de nuestro escritor de la Ciudad de México un genio en este enero, que nos recuerda a Borges, Cortázar y Tolkien, por ejemplo, pues como ellos, Villamar siempre ha vivido lleno de asombro al ver el mundo de una manera diferente.
Martín Jiménez Serrano
