Enciclopedia de la Literatura en México

El rastro

El corazón, dice Pascal, tiene razones que la razón desconoce. Este conocido aforismo del filósofo francés medula la novela de Margo Glantz, como si se tratara de manera literal de un andante con variaciones: los personajes se reúnen en un velorio y, en procesión pueblerina, se dirigen a la iglesia del convento donde oyen misa de cuerpo presente antes de trasladarse al cementerio local, situado en un valle rodeado de montañas; entre ellos, casi anónima, Nora García, la protagonista, de regreso en el pueblo –después de una larga separación– para asistir al velorio de Juan, su ex marido, músico como ella, quien acaba de morir de un infarto de miocardio.

El corazón, el verdadero centro del relato y de la vida, reloj humano que mide con perfección nuestro tiempo corporal y a la vez se nos presenta como el órgano del deseo. ¿No decía Roland Barthes que el corazón se hincha, se rompe, desfallece, igual que el sexo?

La variación se utiliza como clave de la organización narrativa. Se parte del material más trillado, paródico, banal, para realzar el arte de la combinación, la transfiguración, el uso sistemático de un canon y la edificación de una amplia estructura a partir de una obsesión monocorde. Esta poética abre un campo de acción sin límites para la invención; permite que los elementos más importantes del relato permanezcan y se repitan –modificados, degradados, engrandecidos, copiados al cabrón–, como si fueran sus pivotes estructurales: realzados con numerosas intercalaciones y digresiones a la manera de las variaciones Goldberg de Juan Sebastián Bach, en especial la interpretación caprichosa que hiciera de ellas Glenn Gould.

La vida, dice el tango, es una herida absurda. Nora García la va viviendo como un derrumbe, una pulverización, aunque también como la posibilidad de empezar de nuevo, en esta excelente novela de la prestigiosa escritora mexicana Margo Glantz.  

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2002. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.


El rastro es un texto en donde se habla de un entierro, y los sentimientos de la protagonista al contemplar el cuerpo de un hombre con el que vivió un tiempo largo, al que ha dejado de ver y al que vuelve a ver ya exangu?e, y el recuerdo de ese cuerpo cuando estuvo vivo y compartió con quien lo mira una relación amorosa muy intensa. Pero, al hacerlo, es decir, al revivirlo en la escritura, se cancela la decadencia del cuerpo. La escritura permite volver a darle vida a las cosas. Claro que la escritura es, en cierto nivel también, un cuerpo muerto por el hecho mismo de que es algo que está escrito y el libro es un objeto, pero al tenerse la posibilidad de escribir, de recrear algo, la vida se recobra. Esto es lo más bello de la escritura, la posibilidad de resucitar lo que desaparece.

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2020. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.