2000 / 31 oct 2018 11:52
Con el lema “Estudio y constancia”, se estableció la Sociedad Literaria Fernando Calderón, en Guadalupe Hidalgo, el 29 de julio de 1883. Esta asociación procuró el estudio teórico y práctico de la literatura en todos sus aspectos y pensó publicar un periódico, que se llamaría El Porvenir.[1]
Para ser miembro de dicha agrupación, se requirió reconocida moralidad, tener diecisiete años cumplidos y una discreta preparación gramatical. Una vez que el nuevo miembro era presentado por dos o más socios que respondían de su conducta, debía jurar cumplir el reglamento y hacerlo guardar.[2]
Las sesiones tuvieron lugar los domingos y en ellas se leyeron y discutieron los trabajos presentados por los miembros. Después de ser calificados en escrutinio secreto, se publicaban si resultaban aprobados.
Fue presidente de esta corporación Manuel Antonio Aguilar; secretario, Mariano López; tesorero, José Manuel Orihuela; primer vocal, Ignacio Gómez Luna; y segundo vocal, Ignacio Rubiel.
El fracaso y la pronta desaparición de este grupo literario se debió posiblemente a la ridícula rigidez del reglamento que parecía servir más a los propósitos de un colegio que a los de una agrupación literaria.