Enciclopedia de la Literatura en México

Alfonso Camín

Viajó a Cuba en 1905 para dedicarse al comercio en La Habana, dónde se quedó hasta 1914. Colaboró en los diarios El Cubano Libre, El Liberal, La Lucha, El Diario Español y Diario de la Marina, entre otros. Fundó las revistas literarias Apolo, Oriente, Bohemia y Tierra Asturiana. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial regresó a España y fue redactor de Los Lunes del Imparcial, El Liberal, Los Comentarios, La Esfera y El Nuevo Mundo. Visitó México en plena Revolución y volvió a Cuba en 1917. Viajero entusiasta e incansable, su vida se desarrolló entre España e Hispanoamérica. En Madrid fundó la revista literaria Norte, en 1929, publicación que seguiría en México con el mismo enfoque y como foro de los españoles radicados en ese país. Colaboró en el suplemento dominical de El Universal, dirigió el semanario Rojo y Gualda y fundó otro con el nombre de Castillos y Leones. Fue director de la revista Quijote. Después de treinta años de ausencia, en que vivió en diversos lugares de Hispanoamérica, regresó a España.

Alfonso Camín, narrador y poeta, editor y periodista, publicó novelas, cuentos, ensayos y una copiosa producción poética que abarcó diversos temas. En Cuba publicó sus cuatro primeros libros de poesía –Adelfas, Crepúsculos de oro, Los emigrantes, Cien sonetos–, por lo que se le considera iniciador de la poesía afrocubana antes que Nicolás Guillén la cultivara. En estos libros, conformados por poesía negra, evoca con cierta añoranza la presencia de la isla donde transcurrió parte de su juventud. Sus versos son pedazos de historia, capítulos de costumbres con resonancias africanas, en los que canta a las puestas de sol de las tardes isleñas y a las deslumbrantes ráfagas de luz que iluminan la ciudad de La Habana y sus barrios. Camín repartió su vida entre España y América y escribió poesía con temas asturianos. De la Asturias simbólica, Son de gaita y otras canciones, El retorno a la tierra, Canciones y pequeños poemas, Antología asturiana son poemarios creados en su madurez con una visión literaria de nostalgia y lejanía; un recuento de vida sobre un fondo de paisaje entrañable que alude a las tierras asturianas, a sus ríos y a sus campiñas. Como novelista también escribe historias en las que evoca un paisaje infantil asturiano como La moza del castañar, La Carmona, La pregonada. Rosa de Natahoyo cuenta los avatares de la vida de una moza de un barrio obrero gijonés, en la que se marca la impotencia y desesperanza de un hombre condenado por sus ideales. Dentro de su narrativa aborda también temas con hálito americano. La novela Entre volcanes está inspirada en la Revolución Mexicana de 1910; crea personajes de extracción popular cuyo lenguaje se caracteriza por giros y expresiones regionales. Fue autor de ensayos biográficos y de memoria. España y sus hombres es una semblanza del viejo linaje ibérico a través de sus grandes figuras. América y sus hombres traza una visión muy completa del continente, recreando la trayectoria vital de sus protagonistas. El mundo y sus hombres constituye una síntesis universal, definida por pensadores y creadores que han configurado el modelo, tanto espiritual como material del mundo contemporáneo. Entre manzanos y Entre palmeras son libros de memorias sobre los acontecimientos más sobresalientes de su vida, desde su niñez en Asturias hasta su madurez en tierras americanas.