Enciclopedia de la Literatura en México

Carlos Gustavo Villenave

Hizo sus primeros estudios en su ciudad natal y posteriormente en la capital del país. Poco después de iniciada la Revolución su familia se trasladó a la Ciudad de México y, hacia 1916, se fue a Monterrey. En esta ciudad, en compañía de Rafael Martínez, fundó el diario El Triunfo, del cual fue director. Participó en la Revolución bajo las órdenes de Pablo González y como secretario particular del coronel Jesús M. Guajardo. En 1920, dejó la lucha armada para dedicarse al periodismo y a escribir teatro. Colaboró en los diarios El Demócrata, El Heraldo de México y en El Universal, en los dos últimos como redactor de la fuente policiaca. A principios de los cincuenta publicó en Novedades crónicas de viaje que recreaban, entre otros temas, su recorrido por Europa y, más tarde, ejerció el periodismo de opinión en El Universal y Ovaciones. Ante la dura crítica expresada en su obra Ni José, ni Manuel, ni Pascual, fue expulsado del país por el gobierno de Portes Gil, en julio de 1929, aduciendo que era un autor de origen extranjero; por tal motivo se exilió en los Estados Unidos donde permaneció seis meses. A su regreso a México siguió escribiendo revistas políticas. Trabajó para distintas compañías teatrales, entre ellas, la del Panzón Soto, Virginia Fábregas, María Teresa Montoya, para quien tradujo obras del teatro francés, y la de Fernando Soler, lo que le permitió tener varias obras en cartelera al mismo tiempo. También colaboró en la industria del cine, como guionista y adaptador, y de la radio, para la xew y la xeq, como escritor de radiodramas de corte policial.

Carlos Gustavo Villenave [Requena], periodista, escritor, libretista de revistas políticas, guionista de cine y radio, y traductor, escribió más de doscientas obras sólo en 1924, más de la tercera parte de ellas fueron revistas de carácter político y la gran mayoría se ha perdido. Muchas revistas se relacionaban con la noticia y el acontecer político como El país de los trancazos, en la cual Roberto el “Panzón” Soto caricaturiza al general José Mijares, inspector general de policía, y se alude al tema de la rebelión escobarista; La Concha madre, estrenada a los pocos días del asesinato de Obregón y referida a ese asunto; ¡Así se gobierna! que fue una obra cargada de elogios hacia Calles; y sobresale desde luego Ni José, ni Manuel, ni Pascual que aborda el tema de las elecciones y alude a José Vasconcelos, Pascual Ortiz Rubio y Manuel Tello, revista que le costó el exilio. En otras revistas recurrió a la parodia para reflexionar sobre la política: por ejemplo, en El país de los reajustes, parodia de la comedia española Tararí, la cual se desarrolla en un manicomio donde los locos juzgan a los cuerdos, en este caso a los políticos; Cyrano de Villarreal, referida a Antonio J. Villarreal quien reflejaba a Cyrano de Bergerac, donde se alude al poder detrás del trono y a los presidenciables; El judío errante, en la cual Calles es el personaje cuestionado; La hora de renunciar, inspirada en la renuncia de Ortiz Rubio, plantea la interrogante ¿renuncias o te renuncian?; La resurrección de Lázaro, que se dice fue financiada por Lázaro Cárdenas. También escribió revistas pícaras (Los viudos alegres) y realizó traducciones y adaptaciones (Las andanzas de Martín Garatuza, inspirada en la obra de Riva Palacio). Hacia los años cuarenta reunió varias de sus crónicas, reportajes y ensayos periodísticos en libro.