He aquí la creación más lograda y de carácter más universal de Calderón. "La vida es sueño" es, en síntesis, la plasmación barroca de la idea de la fugacidad de la vida con todos los aditamentos geniales de construcción, caracteres y estilo que el autor supo imprimirle. Con este pesimismo radical sobre el valor de la vida humana se interfiere el libre albedrío como afirmación personal de Segismundo —“¿y teniendo yo más vida / tengo menos libertad?”—. Estos dos principios combinados crean una riqueza enorme de sentidos, que en esta edición son desmenuzados críticamente por Ciriaco Morón Arroyo.
La vida es sueño es una de las obras de Calderón más conocida y estudiada. Dicho interés reside en su complejidad filosófica, pero también en el notable armado dramático. Algunos temas centrales son la oposición entre destino y libertad, el tópico de la vida como sueño y el autodominio. Estos temas subordinan otros como la educación de los príncipes, el modelo de gobernante, el poder y la justicia.
Si bien la pieza cuenta con gran cantidad de recursos y temas barrocos, su verdadero valor se encuentra en el planteamiento de la libertad como un bien tan preciado para la vida del hombre, que al estar este privado de ella, muta a un ser imlacable y tirano que pierde control sobre su consciencia y deja que su instinto actúe en su lugar. En pocas palabras, el protagonista de la obra pierde el autodominio al ser privado de su libertad. Esto lo lleva también a perder su libre albredrío y la posibilidad de tomar decisiones sabias y correctas.
"¿Qué es la vida" Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño,
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son".
























