Enciclopedia de la Literatura en México

El trajecito rosa

En casi todo mito fundacional la Nación es una mujer, una matrona o una guerrera de cierta desnudez que un escudo o una espada apenas vela. En el rosa del vestidito, en la elección del hábito, radica la apuesta política de Nara Mansur. El rosa, ese silencio del rojo, es la abolición de la ginecracia. Rosa como reducción de hembra a mujer alienda al catálogo del folletín, de lo romántico. Ese trajecito, el diminutivo, expresa la necesidad de una matriz regulada bajo el control estético. Pero la del trajecito rosa, en el poema, tiene un arma en su mano, una pistola con silenciador. Ella sólo posee su suerpo bajo los apelativos patrios. Es así como la Nación pide ser ubicada; emplazada por la emergencia del crimen que la convierte en la mujer que en nombre propio perturba el lenguaje inquisidor.

Ana Arzoumanian

Lea El trajecito rosa como un tratado culturológico. Nara Mansur, quizá la más influyente entre los nuevos autores de teatro en Cuba, imagina este libro de poesía como artefacto, refrito e investigación. Montaje, superposición de voces, mitologías; tan cronista ella del afán consumista como del ideal revolucionario.

Rosa Ileana Boudet

Nara Mansur vuelve a seducirnos con su lenguaje torrencial y a la vez meadroso, que no parece obedecer a una lógica y está fuera de control; lo despliega con despampanante libertad. Ella no tiene miedo, pone en escena y en juego una escritura sin límites, más que automática, autónoma, que se construye dueña de su propio movimiento, enlazando lo supuestamente incompatible y hasta contradictorio. Así, movida por una imperiosa necesidad creativa, asocia sin transición ni razón visible temas sentimentales, sociales, y hasta épicos, obstinadamente enmarcados por una adicción en apariencia frívola y fetichista: lo "rosa".

Basilia Papastamatíu

* Esta contraportada corresponde a la edición de 2018. La Enciclopedia de la literatura en México no se hace responsable de los contenidos y puntos de vista vertidos en ella.