La formación y el entrenamiento del actor contemporáneo se basan en la necesidad de una compleja elaboración de signos psicofísicos, capaces de representar el devenir del ser enmarcado por el realismo y el no realismo. Ello exige que el instrumento del actor, su propio yo, se expanda en lo óseo-muscular, en lo vocal y lo verbal, en la ampliación de sus tesituras y sus intensidades emocionales para asumir esta articulación psicofísica de personajes ficticios. Dicha expansión es por definición, antinatural. Este actor debe convertirse en una maquinaria humana de alta precisión a través de un modelo curricular que considera diez periodos. Este actor es un dramaturgizador caracterológico que, con base en un lenguaje psicofísico, crea caracteres ficticios inmersos en un universo axiológico determinado.
Su formación profesional se articula en tres áreas fundamentales: Teatrología, compuesta por veinte unidades de aprendizaje que instrumentan teórica y metodológicamente al actor; su competencia es el manejo teórico--metodológico del fenómeno dramático. La Actuación, área fundamental que desarrolla en el alumno la capacidad para articular signos psicofísicos con base en la investigación transversal implícita y las ocho unidades de aprendizaje que la conforman, cuyas competencias son el desempeño en la articulación de signos psicofísicos adecuados en propuestas conductuales ficticias posibles y la autonomía creativa en su desempeño profesional. La Producción teatral, cuya competencia de acentuación es la verificación de la articulación de signos psicofísicos adecuados en propuestas ficticias expresivas; la conforman tres unidades de aprendizaje.
Objetivos:
-Formar profesionales, ejecutantes actorales, que influyan en la transformación cualitativa del fenómeno dramático en su totalidad.
-Formar profesionales de la actuación capaces de crear, generar y promover fenómenos teatrales
-Capacitar al alumno con herramientas teórico-metodológicas con el fin de vincular a la investigación con su actividad profesional.
Fuente: Licenciatura en Artes Teatrales (Facultad de Humanidades-UAEMEX)
Su formación profesional se articula en tres áreas fundamentales: Teatrología, compuesta por veinte unidades de aprendizaje que instrumentan teórica y metodológicamente al actor; su competencia es el manejo teórico--metodológico del fenómeno dramático. La Actuación, área fundamental que desarrolla en el alumno la capacidad para articular signos psicofísicos con base en la investigación transversal implícita y las ocho unidades de aprendizaje que la conforman, cuyas competencias son el desempeño en la articulación de signos psicofísicos adecuados en propuestas conductuales ficticias posibles y la autonomía creativa en su desempeño profesional. La Producción teatral, cuya competencia de acentuación es la verificación de la articulación de signos psicofísicos adecuados en propuestas ficticias expresivas; la conforman tres unidades de aprendizaje.
Objetivos:
-Formar profesionales, ejecutantes actorales, que influyan en la transformación cualitativa del fenómeno dramático en su totalidad.
-Formar profesionales de la actuación capaces de crear, generar y promover fenómenos teatrales
-Capacitar al alumno con herramientas teórico-metodológicas con el fin de vincular a la investigación con su actividad profesional.
Fuente: Licenciatura en Artes Teatrales (Facultad de Humanidades-UAEMEX)
